viernes, 27 de julio de 2012

Ramera

En la Edad Media las tabernas no tenían pomposos carteles ni terrazas a la sombra. Su mejor manera para identificarse como tal, era la de colocar un ramo de flores o una planta en la puerta. Aquello indicaba que el lugar no era ningún aposento particular y que, por lo tanto, allí podía hacerse uso, previo pago, de los servicios gastronómicos que se ofrecieran. Como quiérase que las mujeres que vendían su cuerpo a cambio de monedas estaban mal vistas, estas, al igual que los taberneros, colocaban en la puerta de sus casas un ramo de flores. Aquel símbolo invitaba a los hombres a entrar y, previo pago por los servicios a prestar, podían gozar de los placeres de la carne con la dueña del hogar. A partir de entonces, para omitir en el vocabulario la palabra "puta",el populacho comenzó a llamar a estas mujeres "rameras", puesto que su idenficiación era un ramo de flores en la puerta de su casa. De esta forma, la aceptación del vocablo se ha ido utilizando hasta nuestros días y el diccionario de la RAE lo califica como "Mujer cuyo oficio es la relación carnal con hombres".