jueves, 18 de septiembre de 2014

Pagar el pato

Uno de los pasajes del Génesis bíblico reza lo siguiente: “Te pondré al frente de naciones y reyes saldrán de ti. Haré un pacto contigo y con tus descendientes para ser siempre yo su Dios. A Sara tu mujer la bendeciré y te dará un hijo el cual bendeciré….”. Gracias al mismo, los judíos presumían en público de tener un pacto con Dios por el cual estaban destinados a gobernar el mundo. En una época, la alta Edad Media en la que los judíos, por poder económico y social, eran vistos con recelo, la turba católica se echó encima de sus bienes para justificar su herejía. No valía con creer en Dios. Había que creer en Dios de la manera que ordenase la iglesia católica.

No existieron muchos conatos de piedad. A medida que los católicos se fueron haciendo poderosos, los judíos eran apartados de sus comunidades hasta el punto de ser expulsados del país. Se les culpaba de todo y, como coartada para ello, les indicaban que estaban pagando por el pacto contraído por Dios. Para la iglesia católica no podía existir tal pacto. La frase "pagarás el pacto" se fue popularizando con el tiempo y acomodando al lenguaje coloquial. El pacto se convirtió en pato, así hasta que siempre que alguien cargaba con las culpas de un delito o incidente que no había cometido, se decía que estaba pagando el pato.

Pagar el pato pues, significa cargar con la culpa ajena. Pagar por algo que no has cometido.