lunes, 25 de mayo de 2015

Sembrar cizaña

La cizaña es un cereal muy parecido al trigo cuyo grano es nocivo para la salud. Al crecer junto al trigo puede llegar a confundirse con el mismo y mezclar sus granos con él en lo que puede resultar una mezcla dañina.

En una de las parábolas mas recurrentes del nuevo testamento, se habla de que Jesús ordenó a sus discípulos separar el trigo de la cizaña desde su nacimiento, el único momento en el que ambos eran distinguibles pues, de lo contrario, ambos crecerían juntos, se mezclarían y el mal trigo terminaría destruyendo toda la cosecha.

En términos cuantitativos y extrapolando la parábola a la vida cotidiana, el sembrar la cizaña viene a ser sembrar, mediante la palabra, el mal contra otra persona. Cuando alguien se dedica a hablar pretenciosamente contra alguien y termina convenciendo a la masa de la culpabilidad de alguien que realmente no lo es, decimos que esa persona ha sembrado la cizaña. Ha sembrado un mal cereal para que crezca sobre la persona a la que le atacará la duda y se verá acusado, por causa de la envidia o el odio, de algo que probablemente nunca cometió.