
El niño, cuando alcanza la pubertad, tiende a la sobreexcitación, gusta de hacer el pavo, se altera ante cualquier cosa y se enrojece ante cualquier comentario porque se siente preso de la vergüenza. Le gusta llamar la atención, se avergüenza de su entorno familiar y se convierte en un rebelde sin causa rodeado de amigos mientras busca estar guapo frente a su amor platónico.
Es por ello que al adolescente se le compara con el pavo, en cuanto se convierte en una persona irascible, sensible a los cambios y frugal en cuanto a los sentimientos. Y es por ello que conocemos la pubertad o adolescencia como Edad del Pavo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario